Cualquiera que trabaja en hotelería puede llegar a invertir mucha pasión, tiempo y energía en su trabajo, y parte del retorno de esa inversión es el beneficio de ser dirigido por alguien a quien respeta y admira, alguien a quien puede emular. Pero, por supuesto, no siempre funciona así. Demasiadas personas terminan trabajando para líderes tóxicos.
Llevo mucho tiempo, tal vez demasiado, en este sector, y he visto el tipo de daño que un líder tóxico puede hacer en el buen funcionamiento de un hotel. Si se le deja solo, un solo individuo tóxico puede socavar las relaciones, destruir equipos y destruir el tejido de toda una organización terminando por hundir un excelente hotel.
Se pueden desarrollar una serie de estrategias contra un líder tóxico, pero el primer paso es identificar y reconocer que se tiene un problema.
Aquí hay algunas señales claras de que un líder es tóxico y no solo sobrecargado o inepto Clic para tuitearLos líderes tóxicos hablan pero nunca escuchan.
Un líder que habla todo el tiempo está tratando de encubrir las cosas que no sabe. Clic para tuitearLos que están seguros en su liderazgo tienden a escuchar más de lo que hablan, porque saben que pueden aprender algo nuevo de todos los que escuchan.
Los líderes tóxicos descartan las ideas de otras personas.
Es una sensación terrible cuando compartes una idea o una dirección por la que te apasionas y solo consigues que se la ignore o se burlen de ella.
Los líderes tóxicos menosprecian y ridiculizan a otros.
Si te sientas en una reunión y casi no puedes creer que escuchas a alguien con una posición de liderazgo hablar con tal desprecio a un miembro de su equipo, si prefieres morderte la lengua para no ponerte en el disparadero, estás tratando con un líder tóxico.
Los líderes tóxicos se frustran fácilmente con la enseñanza, la tutoría y el entrenamiento.
La paciencia es una de las características del liderazgo efectivo. Y mientras algunos lo hacen mejor que otros, a la mayoría de los grandes líderes les encanta ayudar a los miembros de su equipo a desarrollarse y crecer. Los líderes tóxicos, por otro lado, son incapaces de reunirse con su equipo sin frustrarse rápidamente.
Los líderes tóxicos constantemente tienden hacia la microgestión.
Cuando un líder cree en su núcleo más profundo que su camino es la única opción y nadie más puede hacer nada tan bien como ellos mismos, hacen microgestión. El resultado es que es difícil para otros presentar su talento, expresar sus ideas o incluso hacer su trabajo.
Los líderes tóxicos carecen de habilidades sociales y de inteligencia emocional.
Saber cómo manejar sus propias emociones y ser consciente de las emociones de los demás se encuentran entre las mayores fortalezas de un gran líder. Pero los líderes tóxicos no son conscientes de sí mismos y de los demás, un rasgo que deshabilita seriamente su liderazgo.
Los líderes tóxicos toman crédito por el trabajo de otras personas.
No hay nada más irritante que alguien que se acredita por el trabajo de sus subordinados, especialmente cuando lo hace un supuesto líder. La causa probable es que no se sienten lo suficientemente seguros como para dar crédito a otros; Si no tienen la luz que siempre los ilumina, pueden sentir que ya no tienen el control.
Los líderes tóxicos culpan a los demás por sus propios errores.
Cuando un líder señala a otro por sus propios errores, su falta de responsabilidad es tóxica, y con frecuencia hace que otros se sientan culpables. Los grandes líderes asumen responsabilidades, y encuentran una lección donde otros solo ven un problema.
Los líderes tóxicos nunca admiten estar equivocados.
¿Cuántas veces has visto a un líder pretender pedir opiniones cuando realmente piden la validación de sus propias ideas?
Es una actitud que genera toxicidad y desmoraliza a todos, especialmente a las personas más inteligentes del equipo.
Desafortunadamente, reconocer a los líderes tóxicos es más fácil que tratar con ellos. Clic para tuitearCuanto más tiempo continúe su comportamiento, más aceptable se vuelve, y en última instancia, la única salida puede ser encontrar un entorno mejor.
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