Desde luego la polémica sobre la cancelación de los billetes de Ryanair adquiridos en Agencias Online tiene tela, y supongo que queda mucho por ver, como por ejemplo cuales serán los pasos que van a dar las propias Agencias de Viajes.
Analizando los puntos de la fricción, todo tiene su orígen en la clara vocación hacia la Desintermediación, impuesta de forma unilateral por Ryanair, y casi la totalidad de las Compañías Low Cost. El problema reside en la fórmulas establecidas para imponer la desintermediación:
- No Comisiones a Intermediarios, sean online u offline.
- No presencia en los canales de distribución donde pueda haber intermediarios, llámense GDS, o Servicios Web.
Visto así, el problema no es nuevo, no en vano las propias agencias de viajes ya establecieron fórmulas para compensar la reducción o eliminación de comisiones a través de los gastos de gestión. Solucionado esto, solo restaba disponer de inventario para poder vender.
La solución vino en forma de algo denominado Screen Scraping, que según wikipedia es:
una técnica de programación que consiste en tomar una presentación de una información (normalmente texto, aunque puede incluir información gráfica) para, mediante ingeniería inversa, extraer los datos que dieron lugar a esa presentación
Dicho de otro modo, aplicaciones que lanzan consultas y rastrean de forma periódica los contenidos de una página web, en este caso consultando sus horarios, disponibilidad y precios, para guardarlos y ofrecerlos desde el sitio web de un tercero.
La técnica es algo mas compleja dado que mediante “prueba y error” se simulan los procesos de reserva para poder realizar transacciones de forma semi-automática contra el sitio Web.
¿Ilegal? ¿Antiético? No lo sé, supongo que de no haberlo deseado verdaderamente, las líneas aéreas hubieran puesto freno a estas aplicaciones.
Voilá ! Surjen aplicaciones que dicen buscar simultáneamente en las páginas web de más de 60 compañías aéreas de bajo coste, ofreciéndole, en tiempo real, la disponibilidad y tarifas de todos ellos en una única página.
Tampoco se trata ahora de culpar a las agencias online por vender billetes de avión en líneas aéreas de bajo coste. El resumen de todo está en la propiedad del cliente, y Ryanair entre otras empresas pretenden poseerlo, cuando en realidad el cliente es libre de elegir que producto comprar, y donde hacerlo.
Ponerle este tipo de puertas al campo no beneficia precisamente a Ryanair en el largo plazo, aunque probablemente si lo haga en el corto plazo. Pero al cliente no le gustan las ataduras, y menos aún si las ataduras son fruto de estrategias comerciales que no le aportan ningún valor al cliente.
¿Quien ganará la batalla? Creo humildemente que la batalla la ganará quien sea capaz de darle mas valor al cliente. Los valores de Ryanair se me antojan demasiado vinculados al precio.
Yo la verdad no quiero imaginarme que hubiera pasado si en lugar de Ryanair se tratara de una cadena hotelera
Una parte importante de mi labor profesional es la Gestión y Desarrollo de las personas enseñándoles habilidades de liderazgo.